ya son treinta y uno

lunes, enero 30, 2006

¿ME PERDONAS, MA?

El asunto laboral se resolvió sin hablar mucho de ello. El silencio de El Editor me hace sentir como cuando La Jefa no sólo me retiraba el habla en plena adolescencia sino que también fingía no escucharme. Una situación insostenible (como diría La Señorita Laura de las Américas) pues lo que al principio parecía la posibilidad de hacer lo que mejor me pareciera, terminaba siendo una indiferencia pesada que me obligaba a pedir disculpas. Esas ya las pedí, ahora sólo queda resolverlo de la mejor manera.

Mientras tanto, me bastó la aparición de El Chico PR en pantalla, para confirmar que soy una verdadera adicta a los cariñitos. Y es que tiene el tino cursilísimo de llamarme 'princesa'. En fin, tras un velado romanceo en el messenger fui invitada al festejo de su cumple, el próximo jueves, aún sin lugar establecido. Será que yo soy una impaciente irremediable o que ya caí en su estrategia de guerra y de guerrilla pero la infinita parsimonia de El Chico PR es lo que más me intriga.

Y hablando de romanceos, confieso que me salté la parte de los besos con El Amigo del Avión pero con tanto ajetreo viajero, tuve a bien (o a mal?) el pasarlos por alto. Pues resulta que Barcelona, la Fiesta y los Tequilas calentaron la noche y terminamos en un enredadero de piernas. Y como adolescente arrepentida de su primer beso, al dia siguiente me escabullí elegantemente al tema con todo y desvío de mirada número 3. Al segundo día llegaron las confesiones de rigor: salió a flote el Islerodemiura de mi vida y la respectiva relación voy-vengo-me destruyo de la suya. Tal ha sido la confianza que hasta nos dimos respectivos blogs lo que, inmediatamente, anula el misterio del ligue. Mañana regresa a México de su viaje por España y ya veremos que procede.

Luego apareció por ahí El Amigo de la Infancia que como todo buen hombre disciplinado ha bajado muchos más kilos que yo, a pesar de haber iniciado el reto por las mismas fechas. Lo mejor de echar el chal con el joven fue terminar planteandonos un cambio de vida. El reía a carcajadas de mi secreta ansiedad laboral. Nadie me cree, pero yo les digo que un dia de estos dejaré mi bonita carrera entre letras y terminaré siendo una bonita aeromoza entre nubes.

la que escribe Bridget Jo :: 23:38 :: 6 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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