ya son treinta y uno

viernes, febrero 17, 2006

HOY NO ME PUEDO LEVANTAR

Me lo mandó El Pibe Inesperado. ¿Será por haber dormido conmigo más de una semana que me tiene en tremendo concepto? Ja. De todos modos, me gustó.
Y ahora sí, ¡qué bonita manera de fluir! El trabajo y el hamster empiezaron a ponerse de acuerdo cosa que nos tranquilizó de sobremanera. En cambio lo que si me tenía nerviosita era el famosísimo 'date' con El Chico PR. ¿Hágame usté el favor, a estas alturas y yo como puberta con la hormona alborotada?
Como era de esperarse, fue imposible asistir al concierto debido a los compromisos laborales del susodicho. Pero eso sí, muy formal, pasó por mi a casa (la Princesa Yaris sigue hospitalizada), se echó unos tequilas y cruzamos dos palabras y tres besos mientras no dejaba de checar mails, contestar llamadas y organizar su agenda. Confirmo lo dicho: un workaholic sin remedio.
Como suele suceder en esto de las coincidencias terminó encontrandose con La Señora Susanita y hasta echaron la platicada muy a gusto (creo que entre ejecutivos ocupados se entienden). Ahora sí, ya sucedió el primer encuentro con un miembro de la Familia Muégano y la proxima reunión, estoy segura, será el tema preferido de la sobremesa.
En fin, de ahí nos fuimos al Prima por una pizza y un carpaccio. Buena actitud, buena platicadita y hasta una sorpresa: me gustan las horas gastadas en palabras con el El Chico PR. Hace mucho que no me pasaba.
En el regreso a casa no hubo ningún titubeo. Mucho touchin', muchos susurros y caímos rendidos bajo el edredón de plumas. Obvio, todo hubiera estado perfecto si no fuera por el típico mosquito que decidió darnos batalla toda la noche. ¡Un estrés de aquellos! A pesar de tantas vueltas y zumibidos, El Chico PR no pudo levantarse hasta las 7 y media de la mañana. A cada intento, ponía un pie en el suelo y terminaba regresando en friega al calorcito de las sábanas.
Para evitarnos tanto ir y venir, propuse un acuerdo. Nada de citas entre semana si ninguno es capaz de levantarse a tiempo para segur con sus obligaciones. Lo suyo fue el remate perfecto: nos damos el próximo fin de semana, desde el viernes y hasta el domingo, sólo para los dos y sin ver, nunca, el despertador.

la que escribe Bridget Jo :: 08:30 :: 6 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

---------------oOo---------------