ya son treinta y uno

jueves, marzo 23, 2006

AMIGUIS

Mal y de malas para empezar! Choqué a la mismísima Princesa Yaris y casi que contra la pared! Nada grave pero supongo que costará unos cuantos miles una bonita facia nueva. En fin, de ahí al evento del día en el que nos encontramos con La Amiga Linda del Chico PR. En seguida sentí su incomodidad de no saber cómo preguntar si el chico en cuestión y yo seguimos en contacto. Ja. Las amigas siempre tenemos esa capacidad de analizar con rayos x a los prospectos de nuestros amigos del corazón. Supongo que fue 'prueba superada' pues hasta quedamos para un encuentro próximo (obvio, con El Chico PR incluído). Un joven del que por cierto, hoy no hubo señales de vida.
De ahí le siguió la comida con La Niña Lou de las Playas y una plática profunda sobre su desencanto -tan parecido al mio- sobre el futuro. Sólo interrumpido por una llamada de Islerodemiura para hacer una cita que por supuesto, los dos sabíamos, no se llevaría a cabo.
Y cuando el dia estaba por terminar llamó La Mejor Amiga, como siempre en el mejor momento. Apareció para sacarme a fuerza del letargo, ahí estaba esperandome al final de las escaleras eléctricas. Le bastó sólo verme para saber el tipo de abrazo que necesitaba. En cuanto me tuvo al alcance, abrió los brazos y me acarició el cabello. Mientras metía la cara entre su hombro y el cuello estuve a punto de reventar en llanto. Lo sabe, lo sé. De ahí empezó la terapia a base de café y cigarros, dejando un poco en el olvido a su Novio Reconocido Músico, Ególatra y Loco en pleno escenario.
Nada profundo, sólo dejarme hablar y hablar, saltar de un tema a otro sin concluír nada. Sin necesidad de hacer preguntas. Al despedirnos, sacó de su bolsa un gesto casi indiferente, un detalle que nadie podría tener con mayor desenfado. Como si nada pasara. Y yo, con el nudo en la garganta, sólo pude atinar a mirarla suavecito, como para decirle cuánto la quiero. Por cosas como ésta, por las tardes en las que literalmente tenía que arrastrarla fuera de su cama, por compartir los juegos de mesa, por los obsesivos tratamientos de belleza, por nuestro primer 'churro' adolescente, por los secretos de cama contados con detalle, por haber superado el tiempo, los novios y las distancias. Porque una vez más, me confirmé, a la familia se le escoge. Y ella ha sido mi mejor selección.

la que escribe Bridget Jo :: 22:47 :: 7 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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