ya son treinta y uno

martes, marzo 14, 2006

EL TAROT DICE...

Un poco por trabajo, poco por morbo y más por curiosidad dejé que me contaran el futuro en cartitas. Ahí te voy pues, a descubrir lo que viene, literalmente, sobre la mesa. Confieso que no hubo grandes sorpresas y si todo sale como lo dice La Adivina de Confianza, la vida pinta que me pintará bonito. Eso sí, debo decirlo, no me deja de sorprender el que sea tan 'atinada' en las cuestiones del pasado: los dos últimos años de tiempos dificiles desde un amor intenso y fallido, los cambios de empleo, la desbarrancada económica y hasta la aparición de una enfermedad seria en familia. Ahora, claro está, el chiste sería que fuera atinada en el futuro. Ya veremos.

En tanto, la mañana se me fue manejando desde el extremo poniente hasta el profundo sur para convencer al Señor Futbolista Estrella de que nos conceda entrevista y foto. La misión encomendada a La niña del Web y a mí resultó medianamente cumplida: habrá que regresar el jueves -con escote incluído- a cerrar el trato. Pero en esas estabamos cuando de entre los alrededores del mismísimo Club apareció una cara conocida. Tras varios esfuerzos por reconocer al susodicho, terminó reconociéndome él primero. Resultó ser un Enamorado de la Primaria. Después de los saludos clásicos, salió a relucir que aún conserva una de mis cartas de amor apasionado escrita a mis tiernos 11 años. Habrá que ver, que desde chiquita yo le daba a eso de las letras.. y obvio (diría Mia) del ligue chilango.

Y como estamos para encuentros, después de la adivinación del futuro, La Diseñadora, La Mejor Amiga y una servidora decidimos irnos a comer quesadillas a Coyoacán por el gusto de compartir los presagios del tarot y sin miedo a la celulitis. Ahí estabamos muy quitadas de la pena cuando apareció El Amigo Piloto. ¡Vaya sorpresa! El bombón con el que La Mejor Amiga y yo descubrimos todo el 'teje y maneje' de la adolescencia estaba ahí como recién sacadito del pasado. Unas cuantas canitas y un divorcio a cuestas fue lo único que nos recordó que han pasado miles de años desde que compartimos los primeros tacones para ir de antro, tres pesos para tortas gigantes fuera del Sardinero o tacos en la estación del metro Ermita, unas cuantas fumadas a cigarros con olor a hierba verde y muchas, muchísimas confidencias de amor, desamor y otros demonios.

Casi para cerrar la noche llegó la llamada con El Chico PR que bien supo aprovechar el darme tiempo a que bajara la furia encendida que me consumía. También para mí, a dias pasados resulta más fácil ponerle letras a mi enojo: no voy a permitir que nadie (entiéndase Nadie) se pase por el arco del triunfo mi tiempo. Pero sobre todo, no quiero convertirme en La Dama de los Enojos. De verdad, me da la más tremenda hueva los conflictos por retrasos injustificados. Yo ya me se la historia, la aprendí a punta de años de esperas y así no le entro al juego. Como respuesta llegaron puntuales las disculpas y explicaciones. Por ahora, me bastan.

la que escribe Bridget Jo :: 22:45 :: 6 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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