ya son treinta y uno

jueves, marzo 09, 2006

ERA DE ESPERARSE

Alrededor de las ocho de la noche sonó el teléfono. En la pantalla apareció otra vez. El mismo nombre que me sorprendió por la mañana: Islerodemiura. Antes de contestar lo supe. Igual que lo he sabido durante tantos años, cinco, seis, miles. Y no me equivoqué. La cita se cancelaba.
Sonreí y asentí. Me resolvía el asunto de la cena y cocktail de anoche, el de levantarme temprano y pensar durante 325 minutos en el outfit, el de esperar tranquila la cita con El Chico PR esta noche.
Eso sí, cuando quiso cambiarla al viernes por la mañana lo dudé. Si todo procede según mis calculos, esta noche dormiré empiernada con el date que, desde hace un mes, se ha vuelto dueño de los bajos fondos de mi edredón. Y si de algo estoy segura es de que no quiero salirme de la cama, a primera mañana, para ver a Islerodemiura. No señor.
En fin, debo admitir que esta vez hubo una sola diferencia. Llamó casi diez horas antes para cancelar y reagendar la cita y no cinco minutos antes, o más bien, dos horas después. No sé si fue ese pequeño detalle lo que evitó que me encendiera en cien mil furias o el que simplemente, tengo mejores cosas en que pensar.

la que escribe Bridget Jo :: 15:10 :: 7 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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