ya son treinta y uno

viernes, marzo 03, 2006

LA HOGUERA DE LAS TENTACIONES

¿Qué le pasa al mundo que descubrió que le gustan mis pestañeos? Ahora que mantengo a raya el espiritu tropical, se aparecen las viejas historias del pasado para revivir los recuerdos.
Resulta que cuando yo pensaba pasarme un viernes de terapia y cafecito condesero como es la costumbre, dan señales de vida aquellos que en algún momento tanto esperé.
El primero Islerodemiura. Un mail de sólo una linea y cuatro palabras: "¿cómo andas por la noche?" decía. ¿Cómo ando? Mucho mejor que aquellos viernes esperando que el teléfono sonara, haciendome cargo del desamor que me dificultaba el respiro. Ando por ahí, paseandome estos treinta y uno recién despertada entre las piernas de una buena compañía.
El segundo sonó al teléfono. Por ahí de las 9.30 de la noche en medio de la una malísima película hollywoodense. Miré entre la penumbra la pantalla del teléfono iluminada con su nombre. Casi no lo creo. Se trataba de X. Con la voz de medio tono, contesté el teléfono. "¿Qué hace alguien como tú en el cine en pleno viernes?" exclamó incrédulo. Contesté con una risita a medias hasta que dijo "Estoy en la Condesa. Esperándote". Se me detuvo el aliento por un instante, dije una tontería y colgué.
Y así, en pleno viernes, cuando encendí a la Princesa Yaris dudé durante dos segundos si debía regresar alguna llamada en lugar de manejar directo a casa. No sé bien por qué pero no lo hice. Decidí terminar mi semana sola y metida bajo el edredón. Será por la noche de anoche en la que los tragos y los besos del Chico PR me espantaron el sueño y hoy estoy rendida, será porque las tardes de terapia con Mi Gurú me han enseñado a no exponerme cuando más vulnerable estoy, será simplemente porque desde hace tiempo que me da la gana dormir con quién quiero y no con quien quiera. Será.

la que escribe Bridget Jo :: 23:09 :: 12 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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