sábado, junio 24, 2006

LA FIESTA

La semana terminó tranquila. La terapia nos hizo replantearnos el daño que podría representar la reaparición amable de Islerodemiura. Mucha lágrima, mucho miedo, mucha incertidumbre. Y al final, la sensación plena de desconcierto ante cada una de sus apariciones.
De ahí, una vez que se nos secó el agüita sobre las mejillas, tomé café con Chiquito Gurú y Venezolano como en los viejos tiempos.
Y para cerrar con broche de oro terminé en La Fiesta. Ahí estaba muy bien plantado Il Ragazzo en medio de la Banda Editorial (en la que, por cierto, faltaba el otro miembro de La Piccola Communitá Italiana).
La noche, con musiquita, alcohol y buenos cuadros en las paredes, corrió de la mejor manera con la plática más que interesante del Editor Freakie. Es curioso encontrarse uno de esos hombres a los que la piedra le gira a mil revoluciones y con ganas de platicar hasta en medio del estruendo.
A la hora de la despedida sucedió lo que era de esperarse. Il Ragazzo se ofreció presuroso a acompañarme al auto. Entre abrazos y risitas cumpleañeras llegó la despedida. "Hasta el lunes" dijo, justo antes de darme un beso, de esos suaves, dejados caer como si nada al extremo de la mejilla. ¡Mamma mia!
la que escribe Bridget Jo :: 03:14 :: 10 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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