ya son treinta y uno

martes, mayo 02, 2006

¿QUIÉN LA REGÓ?

Sobra decir que parece ser que fui yo. Si la cosa iba sobre ruedas, pues creo que se nos descarriló. Resulta que después de las fiestas, las llamadas telefónicas y anexas con El Chico PR en las que dejamos claro el nivel de confianza y seguridad que teníamos uno en el otro, me dejé llevar por un impulso cualquiera:

En pleno lunes de puente, escuché un comentario en el que parecía ser que el susodicho había tenido sus 'queveres' con conocida conductora a la que tuve el gusto de entrevistar. Y por si fuera poco, a la que le mandé saludos de su parte. Obvio, cuando me enteré del asunto monté en cien mil furias sintiéndome estúpidamente usada como 'recadera'. Evidentemente, no me di chance de comprobar la veracidad del asunto. Y con este mismo espiritu tropical que me caracteriza, tomé el teléfono, le marqué al Chico PR y a quemarropa le pregunté sobre la situación. No me bastó con un primer "No para nada" en medio de algunas risas, insistí, insistí y terminó en un desacuerdo importante (para llamarlo de alguna manera). Al final, el más ofendido resultó el muchachillo, asegurando que no tenía por qué darme explicaciones de su pasado.
Uff! Lo más curioso es que me sentí absurda tratando de explicar que mi 'desazón' no era por su curriculum amoroso sino por el papelón que sentí que había aplicado. Todo inútil ante el fastidio que noté en la voz del susodicho, quién sólo trataba de dar por terminada la llamada.
En fin, primero entré en crisis sabiendo que una vez más (pero con sujeto distinto) mi impulsividad irrefenable me había puesto contra las cuerdas. Pero después de muuuuchas horas de reflexión he llegado a una simple conclusión: me equivoqué en la forma que no en el fondo, en el arranque, en la llamada intempestiva y en un reclamo originado por un simple comentario pendejete.
Ahora no queda más que esperar. Esperar que no trascienda más de su verdadero valor, a que el Chico PR aparezca para despedirnos antes de su viaje a tierras cariocas, a que éste no haya sido más que el primer pleito de una historia que estaba tomando buen camino y que no sea el punto final en este cuento que llevaba el ritmo a punta de comitas.
Que así sea.

la que escribe Bridget Jo :: 18:27 :: 8 Le entran al cuento:

Poniendole de su cosecha

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